Paintings

Andrés Kudacki  (Buenos Aires 1974) es un artista visual con una fuerte sensibilidad política y social, que en su proceso creativo explora en sus emociones más profundas a partir de las experiencias vitales que lo forjaron como ser humano y los desafíos y dificultades a los que se enfrenta en el mundo actual.

El arte de Kudacki es catarsis, reflexión y provocación. Su obra evoca y dialoga con un pasado violento y represivo, un presente inestable y un futuro incierto en el que persisten las injusticias y los conflictos que lo atraviesan como persona.  

Nacido en el seno de una familia humilde de la provincia de Buenos Aires, el artista latinoamericano desarrolló un vínculo muy estrecho y afectivo con la pintura y las artes visuales desde una edad muy temprana, lo cual ha sido clave para el desarrollo de su identidad y personalidad artística.  

Desde pequeño trabajó junto a su padre a su taller de pintura y letras en un ambiente que despertaba su creatividad y que a su vez era un lugar cruel y violento. 

El caos reinaba en su mundo exterior. El taller de pintura en el que pasaba gran parte de su tiempo era un galpón rústico, polvoriento, chorreado de pintura, regado de clavos retorcidos y oxidados, recortes de chapas filosas, maquinas y tirantes de madera. 

La dictadura militar había tomado el poder en Argentina en 1976, cuando Andrés tenia apenas dos años. Sus padres estaban amenazados y el terror quedó impregnado en sus recuerdos. 

Sus pinturas vuelven a ese lugar sencillo, turbulento y a la vez estimulante de la infancia, a los mismos momentos de colores vivos y preocupaciones con contornos orgánicos y por momentos rígidos con ambientes coloridos y oscuros.

Cuando Andrés tenia 6 años  una enfermedad lo condicionó fisicamente y lo llevó a refugiarse en el dibujo y el ajedrez. El aislamiento, la metamorfosis de su cuerpo, la gran pausa que supuso en la vida infantil y tener que lidiar con el dolor y el sufrimiento, lo ayudó a desarrollar su resiliencia, a madurar y aprender a cultivar la paciencia.   

Mientras comenzó fotografia  autodidacta y ávido de contar historias que le preocupaban decidió irse hasta la Patagonia  para documentar a las comunidades aborígenes  en su lucha por la recuperación de tierras. 

El estallido de la crisis argentina de 2001 lo encontró en Europa y Andrés decidió no volver a su país. Debido a que no contaba con documentación para residir legalmente en territorio europeo, realizó todo tipo de trabajos hasta poder asentarse y volver rápidamente a dedicarse a la fotografía profesional. 

Establecido en España su carrera como fotógrafo despegó. Trabajó para importantes medios, y ganó múltiples premios. Su sólido trabajo sobre  profunda crisis económica y financiera que atravesó el país en 2008 lo hizo destacar en publicaciones y exhibiciones. 

En Estados Unidos trabajo para los medios más importantes del país y cubrió la polarización que experimentó la sociedad norteamericana, produciendo fotos icónicas de ese período. En 2018 fue expulsado de USA y obligado a separarse de su hijo que por ese entonces tenía apenas dos años.  

Durante los últimos años vivió entre Europa y México, donde frecuentemente se reencontraba con su hijo. En este período, Andrés se volcó a la pictura, reflexionando sobre la separación y la soledad. En sus cuadros exteriorizó su frustración e impotencia de una forma muy cruda a través de figuras abstractas y simples. Sus figuras formadas por líneas blancas emergen como un hilo de vida en medio de la oscuridad.